Como cuidar su piel de la radioterapia

Cómo cuidar la piel durante un tratamiento de radioterapia

La radioterapia es uno de los tratamientos primarios para el cáncer. Durante el mismo, los rayos X altamente energéticos o los protones se usan para destruir las células cancerosas. Al igual que cualquier otro tratamiento, uno de los efectos secundarios más comunes es el daño que la piel sufre durante el mismo. Por esta razón, en el presente artículo le ofreceremos algunos consejos para mantener su piel saludable durante la radioterapia.

1. Hidratar la piel

La deshidratación puede agravar el daño causado por la radiación en la piel. Es importante mantener su piel hidratada todos los días; los medicamentos para el tratamiento pueden destruir las células grasas en su piel que ayudan a retener la humedad. Por lo tanto, use una crema para la cara y lociones corporales que la hidraten y protejan su piel.

2. Usar prendas y sombreros protectores

Cuando salga al sol, use prendas y sombreros que protejan su piel del sol. Si va a usar belleza, use una clase ligera que proteja la piel sin causar más daños.

3. Evite el exceso de calor

Evite meterse en baños calientes, como los baños turcos o saunas. Esto puede irritar la piel expuesta a la radiación.

4. Evite tocar o rascarse la piel

Mantenga sus manos alejadas de la zona afectada. Evite las infecciones de la piel rascándose, tocándose la zona afectada con sus manos u otros objetos.

5. Lave suavemente

Usar agua tibia y un jabón suave para limpiar la zona afectada. Enjuague suavemente, nunca restriegue.

6. Use lociones calmantes

El agotamiento de la piel generalmente se produce con una exposición prolongada a la radiación. Algunas lociones hidratantes contienen alantoína, que ayuda a calmar la piel dañada. También hay ungüentos para la piel que pueden ayudar a calmar la irritación.

Conclusión

Cuidar la piel durante un tratamiento con radioterapia no tiene por qué ser difícil; sin embargo, hay algunos pasos sencillos que debe seguir para mantener su piel saludable. Asegúrese de hidratar la piel, protegerla del sol, evitar el exceso de calor y tocar suavemente la zona afectada al lavarla. Si nota signos de irritación o infección, asegúrese de comunicarse con su equipo médico para obtener ayuda.